TRABAJO
SOBRE FEDERALISMO VS CENTRALISMO
INTENTO
DE CENTRALIZACIÓN DEL CONDE-DUQUE
DE
OLIVARES (S. XVII)
El
trabajo consta de tres partes. En primer lugar empezaremos explicando
una pequeña introducción que nos sitúa en el marco histórico en
el que nos encontramos. En segundo lugar, veremos quién fue el
Conde-Duque de Olivares, hablaremos sobre su intento de
centralización, y, por último, haremos un análisis y una
diferenciación entre federalismo y centralismo, y lo que conlleva
uno y otro.
Pues
bien, nos encontramos en el siglo XVII y viene España de ser
gobernada por los Austrias Carlos I de España y V de Alemania, muy
conocido entre los extremeños por ser ésta, nuestra tierra, el
lugar que eligió para pasar sus últimos momentos de vida, siendo el
Monasterio de Yuste en Cáceres el lugar donde murió en 1558, y
Felipe II. Este siglo en el que estamos va a ser el siglo en el que
se va a producir el declive del Imperio de la hoy conocida por todos
nosotros, nuestra España. Y es que van a coincidir en este momento
de la historia la pérdida progresiva de la hegemonía política de
la monarquía hispánica en el ámbito europeo con la decadencia
económica de Castilla y con la grave crisis social y política en el
conjunto del territorio peninsular.
Tras
la muerte de Felipe II se sucedieron tres reinados cuyos monarcas
renunciaron a ejercer personalmente las tareas de gobierno. Este
siglo va a ser también la época de los validos. Un valido es una
persona que goza de la absoluta confianza del rey, que desempeña las
tareas de gobierno y que influye o toma las decisiones en nombre del
monarca. Después de Felipe II, el rey de España va a ser Felipe
III. Su reinado fue breve y pacífico y lo que se destacaría de este
reinado sería la expulsión definitiva de los moriscos. Felipe III
va a designar sus tareas de gobierno a su valido el duque de Lerma.
Durante
la parte central del siglo XVII estuvo en el reinado Felipe IV y va a
ser en este período donde se produzcan las mayores dificultades del
Imperio. Es en esta difícil etapa donde este rey dejará el poder en
manos del valido más famoso de todos, que es objeto de nuestro
estudio, el Conde-Duque de Olivares y que analizaremos
posteriormente.
Finalmente,
Carlos II va a ser quien ponga fin al reinado de los Austrias. Este
rey es conocido como el Hechizado, dado a su estado enfermizo e
incapaz y que, además, murió sin descendencia.
En
este período se van a suceder una serie de guerras y enfrentamientos
que van a hacer que la monarquía hispánica vaya perdiendo
territorios. Uno de esos enfrentamientos va a ser la Guerra de los
Treinta Años que se produjo entre 1618 y 1648 y que va a ser un
conflicto religioso , al enfrentarse protestantes y católicos.
Además de ser un conflicto religioso, va a significar también una
pugna política contra el dominio en Europa de los Habsburgo
austriacos y españoles. Esta guerra va a suponer que España pierda
el territorio norte de los Países Bajos y territorios del norte de
los Pirineos (Rosellón y la Cerdeña). Se iba haciendo ver así cada
vez más la patente de la hegemonía francesa en Europa. Acaba esta
guerra con la Paz de Westfalia en 1648, proclamándose la
independencia de Holanda. Simultáneamente durante este conflicto se
producen las revueltas de 1640, que luego comentaremos con el
Conde-Duque de Olivares.
El
siglo XVII es un siglo en el cual nuestro país atraviesa una dura
crisis, no solo económica sino también social, se paralizó la
industria y el comercio, hubo pestes y malas cosechas... Pese a todo
esto, este será el siglo que destacará por sus escritores, el
conocido Siglo de Oro, destacado por el apogeo de la cultura
española... Quevedo, Góngora, Tirso de Molina o Lope de Vega son
algunos que marcarán esta buena época para las letras españolas.
El
Conde-Duque de Olivares fue un noble y político español valido del
rey Felipe IV. (a los ojos del conde-duque, la única posibilidad de
salvación para la monarquía). Como hemos dicho antes, nos
encontramos en una época de crisis, ya que la guerra consumió
muchos recursos y empobreció a Castilla. La Guerra de los Treinta
Años acentuó los problemas económicos de la monarquía y en 1627
se podía hablar de bancarrota. Es en este momento cuando el
Conde-Duque de Olivares va a presentar un programa que tenía como
objetivo la reforma institucional del Estado, que los pueblos que no
formaban parte de Castilla colaboraran en la financiación de la
Hacienda.
Tenga
V.M por el negocio más importante de su monarquía, el hacerse Rey
de España, quiero decir, Señor, que no se contente V.M con ser rey
de Portugal, de Aragón, de Valencia, Conde de Barcelona, sino que
trabaje y piense (…) por reducir estos reinos de que se compone
España, al estilo y leyes de Castilla sin ninguna diferencia, que si
V.M lo alcanza será el Príncipe más poderoso del mundo. El camino
(...) más eficaz sería (…) ir en persona como a visitar aquel
reino donde se hubiere de hacer el efecto, y hacer que se ocasione
algún tumulto popular grande y con este pretexto (…), como por
nueva conquista, asentar y disponer las en conformidad con las de
Castilla. (…)
Carta
de Olivares a Felipe IV, 1624.
He
escogido este texto, la Carta que escribe Olivares a Felipe IV,
porque en ella podemos ver como Olivares le dice a Felipe IV, que no
se contente con ser rey de Portugal, de Aragón, de Valencia.. sino
que vaya más allá, que reduzca todos esos reinos en uno y esté al
frente de ese “único” reino que sería España. Vemos aquí sus
pretensiones de centralizar, unificar el territorio.
Pretendía
de esta manera que la monarquía se fortaleciera. Por tanto, se
trataba de unificar legislativa e institucionalmente la Monarquía
Hispánica, eliminando leyes e instituciones feudales, haciendo una
unión de armas y una imposición de impuestos. ¿Qué van a provocar
todas estas exigencias? Pues van a provocar que no todos los
territorios españoles quieran aceptar esto y es aquí donde se van a
producir levantamientos, como el de Portugal y, especialmente el de
Cataluña, en el que nos detendremos. Antes de explicar lo que tiene
que ver con Cataluña, decir que en estos levantamientos que se
produjeron en 1640, Portugal doce años más tarde, en el 1652, se
independizará definitivamente de la corona española.
En
cuanto a Cataluña, en torno a 1638-1640 se van a producir revueltas
por parte de los campesinos contra los soldados. Todo se inicia con
la elección en 1638 de Pau Claris como presidente de la Generalitat,
que desplazó a la nobleza y a la burguesía de las instituciones
catalanas. Los enfrentamientos entre los campesinos y las tropas de
soldados aumentaron. Estos soldados son tercios imperiales alojados
en Cataluña en 1626 en previsión de la guerra con Francia. En
definitiva, vamos a estar ante una revuelta popular donde el
campesinado se va a manifestar contra los soldados, donde se van a
tener objetivos sociales y antiseñoriales; y donde los dirigentes de
la Generalitat van a optar por encabezar esta revuelta y, además,
añadir a estos objetivos sociales y antiseñoriales, objetivos
políticos de rechazo del programa unificador.
Ante
estos acontecimientos el Conde-Duque de Olivares formó un ejército
para invadir Cataluña pero al mismo tiempo la Generalitat se aliaba
con los franceses. Así fue como la rebelión de 1640 de Cataluña se
convirtió en un episodio local de la guerra de los Treinta Años.
Aunque
la Paz de Westfalia marcó el final de la guerra de los Treinta Años
como conflicto europeo generalizado, el enfrentamiento entre Francia
y España, agudizado desde 1640, fecha en que Francia alentó la
Rebelión de Cataluña contra España, no finalizó hasta 1659, en
que ambos países firmaron la Paz de los Pirineos.
La
Paz de los Pirineos (1659), tratado firmado en 1659 por el que
finalizó la guerra entre la Corona española y la francesa declarada
en 1635 dentro de la guerra de los Treinta Años (1618-1648) y la
rebelión de Cataluña de 1640 o guerra de los Segadores.
Según
la Paz de Westfalia (1648), Cataluña había sido territorio de
intercambio en las negociaciones, pero las pretensiones francesas
hicieron que no se tomaran decisiones. Los negociadores españoles
aceptaron la mutilación de Cataluña a cambio de mantener posiciones
en Flandes. En la Paz de 1659 se incluyó un indulto general y la
restitución de bienes a todos los perseguidos durante los años de
guerra (1640-1659). Las instituciones políticas catalanas fueron
respetadas.
Todo
esto nos sitúa ante una ideología centralista. La oposición a esta
ideología sería el federalismo.
El
federalismo es un sistema político
en
el cual las funciones del gobierno están repartidas entre un poder
central y un grupo de estados asociados, llevándolo a nuestro caso,
España, las Comunidades Autónomas.
El
centralismo es el sistema de organización estatal cuyas decisiones
de gobierno son únicas y emanan de un mismo centro, sin tener en
cuenta las diferentes culturas o pueblos a quienes afecta.
Uno
y otro presentan características diferentes. Ya hablando desde la
actualidad, la realidad en la que vivimos, bajo mi punto de vista,
soy partidario de un estado federal dado que desde un sistema
federal, teniendo subdivisiones de gobierno, las decisiones entre los
gobernantes y los gobernados pueden darse de manera más localizada y
más directamente ya que las autoridades están más cerca de los
ciudadanos, mientras que en un sistema centralista las decisiones se
tomarían, digamos, desde ese centro.. y no se conoce realmente las
necesidades, problemas de los ciudadanos “locales”. No puede ser
que desde Madrid tomaran las decisiones y que a partir de ahí fueran
a cada territorio. España no es solo Madrid, España es el conjunto
de todos y cada uno de los lugares que la forman. Además un sistema
federalista aumenta y facilita las oportunidades de participación
ciudadana en la definición de cuáles son los problemas públicos de
la comunidad y cuál ha de ser su tratamiento. Sin embargo, también
tiene aspectos negativos como la multiplicidad de organismos que
muchas veces puede llevar a poca coordinación de los mismos o que no
se realice con eficacia la actividad gubernamental. Muchas veces
también esto puede conllevar un mayor coste.. pero el problema no
sería el sistema federal sino en cómo estaría organizado. También
este sistema permite, nos permite a nosotros, los extremeños,
recibir ayudas.. al distribuirse la renta de comunidades que producen
más que nosotros. Beneficia a las regiones que tradicionalmente
siempre han sido más pobres.
Finalmente
acabar con el ahora, tan de moda, independentismo catalán. No hay
que aceptarlo, creo que ahora más que nunca es cuando hay que estar
unidos. ¿Ahora está quizás esto de moda? Quizás muchos jóvenes
catalanes digan que también lo quieren ser pero solo por eso, por
moda, por la campaña que ha llevado en los últimos tiempos el
presidente de la Generalitat y que ha avivado el sentimiento de
independencia. Esto es un te quiero, pero te quiero lejos. Quiero
estar pero no estar en España. Quizás se base en la
exclusión, un no te quiero a mi lado; y dudo mucho que muchos basen
también este independentismo en una forma para salir de la crisis,
no creo que si se independizara su situación económica fuera a ser
mejor que la de los demás. La unidad de España ni se vota ni se
negocia.
Enlaces
crucigramas y crucigrama más abajo
Bibliografía:
Libro
de Historia de España.
Esquema
sobre
Federalismo VS Centralismo
Adrián
Calderón Guerrero